
La idea era llegar al Cuernavaca en la tarde... no sé, ¿como a las cuatro? O algo así, con calma, que nos diera tiempo de arreglarnos al vapor y llegar a la siete u ocho ya directo a la fiesta esta. Todo planeado. Aunque no contábamos con la lluvia y el tráfico.
Salir de la ciudad fue todo un via crucis. Pero llegamos a Cuernavaca...no se ....yo me quedé dormida buena parte del tiempo en la carretera..jaja...Deje hablando solas a Paola y a Ana. Recuerdo que hablaban de la familia del novio, pero como yo era colada-jajaja- no me interesó mucho el tema. También me desperté cuando Paola tomo una curva muy fea y frenó muy loco...Paola maneja que da miedo. También recuerdo-¿como olvidarlo? Que el disco de Cher de Paola se repitió como tres o cuatro veces hasta que alguien se apiado y puso el radio.
Cuernavaca siempre luce bien,a pesar de lo que dicen, que ya se volvió peligrosa; las calles con vida y colores, y sabores. No puedo sacar esa cancioncita de Cher-la de Believe de mi cabeza, Do you Believe in love after LOVE....after Love...after love--con ese sonidito medio raro como de robot agripado.
Vimos que teníamos tiempo, y yo y Pao optamos por entrar a un lugarcito a que nos arreglaran las uñas. O sea, a que nos pusieran uñas de gel o acrílico, o algo así, no me acuerdo. ¿O las dos son las mismas? No se.
La señora -Beti- que me atendió, insistía en pintarlas de un color como bermellón...en fín , como insistió tanto, y como mi vestido era como cafecito -cajeta o algo, medio tirándole también a tonos dorados- pues acepté. Y de lo que se trataba era de divertirse.
La fiesta era en una casa muy grande, en el jardín. todo muy tranquilo al principio, pero en cuento la gente empezó a entonares, bebiendo alcohol, la cosa cambió mucho.
Al principio todos seriecitos, y luego el relajo total, todos bailando, los chavos ligando. Claro, que no faltó que unos tipos nos intentaran ligar, fueron tan obvios y tan burdos, que nos dio como ternurita; después hablamos con unos chavos mas guapos e interesantes, estos por lo menos estaban estudiando arquitectura en la Ibero. Al final terminé hablando y bailando con un tipo que era maestro, y que era algo del novio, primo, o no se, supongo.
Se me subieron un poco la copas -la del brassiere gueeeey-diría Paola- y me sentí fatal; no debí de haber tomado tanto. Si hasta -acabada la fiesta-, y después de dar show y parecer la chupitos, terminaron subiéndome al coche y me dormí todo el camino hasta otra fiesta, donde seguí bebiendo.
Pero bueno, me estoy adelantando, la fiesta de la boda se puso muy bien, pero me dio por probar del buenisimo tequila que daban, como negarme, si ni siquiera "raspaba", y te ponía bien contenta, casi al final, después de haber bailado todos como locos, llegaron mariachis; alguien me salvó de una escenita TIPO: yo cantando abrazada del mariachi mas gordo, aquello de cu cu rrucucúuuu palooomaaaa, dando el espectáculo dantesco, y perdiendo totalmente el glamour; creanme, he estado ahi, cero cool .Esto se solucionó llevándome al interior de la casa-al Lobby- Ahí pase al baño, vomite, me recogieron el cabello y me ayudaron presionando mi estómago- "Amiga es...la que te sostiene el cabello cuando vomitas"- Luego alguien sugirió seguirla en el D.F. En una casa muy nice en Tlalpan, que al fín estaba ahí cerca. Y yo me reanime y me sentí lista para la otra fiesta; aunque dada mi situación etílica,casi me llevaron en el coche en calidad de bulto. Decidí dejar de tomar, de todas formas todo me daba vueltas; me sentía como en el carrusel, en uno donde no podía bajarme; pero me sentía bien. Ese tequila. En el coche, de camino a la ciudad, recuerdo que Cher me sonó a gloria. Que mujer, que feeling, ¡que intensidad! Creo que canté, o balbuceé incoherencias,es lo mismo. ¿Nunca han cantado en inglés de instituto privado, borrachos? La noche siempre no terminó para mi, como creía; la noche nacia apenas de alguna forma nueva, mutada, mon amis. Las luces de la carretera, de los autos, y de la ciudad se mezclaban y bailaban como esas fuentes bailarinas tan chafas; pero que le echan ganas y hacen su espectáculo ante mi -para mi-, con sus rojos, y azules, y magentas...
¿ya vieron mis uñas rojo bermellón? ¡Que padres se ven! Soy una Madonna perdida en Tokio, o una replicante que sale como extra en Blade Runner. Que fiestecita.
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